Podría empezar diciendo que la ilusión de mi vida era hacerme masajista, pero no sería cierto. Más bien todo esto surgió poco a poco, vino despacio y me envolvió sin darme cuenta.
Empecé a trabajar a los dieciocho años, primero en trabajos poco especializados, luego fui dirigiendo mis pasos hacia actividades más específicas. Uno de los trabajos que más feliz me ha hecho ha sido el de monitora de comedor. Muchos niños y niñas pasaron por mis cuidados, no en vano fue una actividad que desarrollé durante once años y que si he de ser sincera creí que me llevaría a la jubilación. Compaginando esta labor de monitora, me puse a estudiar gestión administrativa porque me gustaba mucho y se me daba bien, así durante un breve periodo de tiempo me dediqué a ello. Pero fue un problema con mi salud lo que marcó un punto de inflexión en mi manera de ver la vida y el mundo. Una situación que me llevó a plantearme muy en serio mis hábitos y en qué forma influían en mi estado de salud. Era mucho más cuidadosa con la cesta de la compra, con los productos que utilizaba para mi cuidado personal y el de toda mi familia y tomé conciencia de lo importante que es cuidarse….cuidarse de verdad.
Estudié naturopatía durante un tiempo porque quería saber, indagar, averiguar la manera de cuidar mi salud desde la prevención, desde una visión holística de lo que soy y acabé trabajando en la recepción de una consulta de medicina natural. A los dos años empecé a sentir la necesidad de estudiar y llegó casi por casualidad la posibilidad del quiromasaje….
Et voilá!!!! Resultó ser una actividad que me pareció maravillosa!!! Me enganchó completamente y me di cuenta de cuánto tenía que ver esta actividad con mi filosofía de vida…
Pero llegó la pandemia con todo lo que eso significa….Sin entrar en detalles diré que se abrió un periodo de introspección que me puso frente a un espejo y me obligó a verme, en el que me tocó vivir muchas cosas, plantearme las posibilidades que tenía en ese momento y tomar decisiones…y es así como he llegado hasta aquí, hasta vosotros y vosotras.
Le propuse a mi hija, graduada en comunicación audiovisual, esta aventura…y aceptó!! y aquí estamos ambas, cada una ocupándose de su departamento y unidas en el diseño de una nueva etapa en la que vamos a ser compañeras. Trabajamos contra reloj para iniciar una andadura apasionante, para dar oxígeno a este proyecto tan ilusionante en el que sois tan importantes.
No queda mucho para abrir las puertas…llegamos, como he dicho, con la primavera.
Saludos desde el corazón